Desde marzo, el gobierno de Javier Milei implementó beneficios para la importación de productos de la canasta básica. Esta medida ha resultado en una notable afluencia de alimentos y productos de limpieza importados en las principales cadenas de supermercados del país.
En las sucursales de Quilmes, de la cadena Coto, se pueden ver productos panificados de Brasil en distintas variedades, al igual que galletitas de Uruguay y Paraguay y otros productos de limpieza y de higiene.
Sin embargo, esta iniciativa ha tenido efectos mixtos en el mercado. En algunos casos, como en el del pan, los productos importados resultan ser más caros por kilo en comparación con los nacionales. Esta diferencia de precios puede influir en las decisiones de compra de los consumidores.
Además, el nuevo esquema de competencia ha llevado a una disminución de productos regionales argentinos en las góndolas, lo que podría afectar a los productores locales y a la economía regional.