El crecimiento de las transacciones con tarjeta de crédito es cada vez más evidente, tanto para los comercios, como para los consumidores. Este aumento de la cantidad de transacciones con crédito se debe a una combinación de factores que van desde la seguridad y la conveniencia que ofrecen las tarjetas de crédito como medio de pago con compras protegidas hasta las ofertas y las estrategias de marketing específicas que presenta la Cámara Argentina de Comercio y Servicios.
Las compras en línea también son un factor que influye mucho en la preferencia de las tarjetas como medio principal de pago. Además, también hay sistemas de recompensas y de beneficios asociados, como las suscripciones premium de las tiendas virtuales, las millas aéreas y el puntaje crediticio que incentivan a los consumidores a preferir pagar con crédito.
Por lo tanto, estas tendencias que se pueden notar en lo que respecta al consumo con tarjeta de crédito se van a mantener e incluso se van a acrecentar. En una economía como la argentina, en la que los sueldos netos bajan en términos nominales con relación al dólar y la inflación aumenta constantemente, resulta fundamental contar con recursos como el crédito para poder amortizar los gastos más grandes o para poder adquirir productos con mayor facilidad.
¿Qué deberías tener en cuenta al momento de elegir una tarjeta de crédito?
A fin de elegir la tarjeta de crédito que mejor te convenga, se deben tener en cuenta varios factores como los beneficios y prestaciones, los costos de mantenimiento, el banco con el que la usás, la cantidad de cuotas que ofrecen generalmente en los productos que te interesa comprar, etc. De esta manera, vas a poder establecer un criterio mucho más objetivo de comparación, en el que vas a encontrar la alternativa que mejor cuadre en varios aspectos distintos.
A continuación, vamos a analizar cada uno de estos factores, a fin de que puedas establecer una decisión claramente delimitada hacia el final del artículo. Además, puede haber otros factores que nosotros dejemos afuera y que a vos te importen, por lo que estos puntos también deberían sumar peso en tu decisión final.
Banco con el que funciona la tarjeta
Hay tarjetas de crédito bancarias y tarjetas de crédito que solo son esa única prestación, a través de una entidad financiera. Por lo general, es más recomendable optar por una tarjeta de crédito bancaria, que obtengas en tu propio banco, ya que estas cuentan con más beneficios adicionales en comercios y tienen, por así decirlo, más respaldo económico para solventar los gastos.
Sin embargo, hay muchas tarjetas financieras que cuentan con programas exclusivos que resultan mucho más convenientes. Además de que también son más fáciles de obtener y suelen tener costos de mantenimiento mucho más bajos, lo que implica un beneficio importante.
Costos de mantenimiento
El costo de mantenimiento es un monto que se paga con las tarjetas de crédito para que puedan seguir operando. Estos costos no suelen ser muy elevados, pero definitivamente son un punto para tener en cuenta.
Hay casos en los que muchas personas olvidan pagar los costos de mantenimiento de las tarjetas y se van acumulando intereses, lo que podría llevar a que terminen en el veraz. Por lo tanto, al sacar una tarjeta de crédito, recomendamos saber que se va a contar con la capacidad para pagar este costo anual.
Hay tarjetas que ofrecen convenios particulares y, por lo tanto, no cuentan con costos de mantenimiento demasiado elevados o directamente no cuentan con ningún tipo de costo de mantenimiento. En tales casos, estas opciones son las más convenientes, aunque tenés que verificar que cumplas con los requisitos para poder obtener estas tarjetas y que después también cumplas con los requisitos de consumo y otras condiciones que suelen estar establecidas en los términos de obtención del plástico.
Convenios exclusivos con marcas de tu interés
Por lo general, este es un punto fuerte de las tarjetas de crédito bancarias. Hay bancos que se especializan por tener muchos convenios con distintos comercios y ofrecen planes de descuentos con altos porcentajes, que rondan entre el 20% y el 35% off en gastos totales, sin tope de reintegro.
En estos casos, utilizar una tarjeta de crédito resulta una alternativa mucho más conveniente para ganarle a la inflación y para notar un impacto mucho más positivo en tu economía. Muchas personas eligen la tarjeta de crédito que les conviene teniendo esto en cuenta.
Por ejemplo, si compran productos en un cierto supermercado que ofrece descuentos con una tarjeta específica, sin cargar combustible en una estación de servicio que tenga un porcentaje de descuento con un banco o para cualquier otro consumo recurrente al que le den importancia, este punto tiene mucho peso en la decisión. Por lo tanto, deberías averiguar cuáles son los principales comercios adheridos a tu tarjeta, a fin de que encuentres la tarjeta que más te convenga en este sentido.
Cuotas sin interés que ofrece la tarjeta
Por lo general, hay diferencias entre VISA y MasterCard a la hora de ofrecer las cuotas sin interés. No todos los comercios están adheridos a ambos sistemas, por lo que es necesario realizar un chequeo antes de elegir alguna alternativa.
Por una parte, VISA ofrece descuentos para cuotas sin interés generalmente en servicios y en prestaciones. Por otra parte, MasterCard se suele destacar en ofrecer cuotas sin interés para comprar productos en tiendas de electrónica o de otros tipos.
Sin embargo, esto también va a depender de los programas a los que estén adheridos los comercios, como Ahora 6, Ahora 12 o Ahora 18 (cada vez menos frecuente y posiblemente descontinuado). Así como también depende de cada entidad bancaria, por lo que no es algo que esté delimitado de forma cerrada.
En conclusión, hay muchas alternativas que se pueden tomar en cuenta en lo que respecta a sacar una tarjeta de crédito. Es por esto que te recomendamos que verifiques todas las alternativas disponibles y que las compares entre sí. En definitiva, la mejor tarjeta es la que más te sirve a vos particularmente, no la que ofrece la mayor cantidad de descuentos que probablemente nunca vas a usar.
